Torpeza (Diario de Gnaamesh)

Torpeza..
Eso es lo que siento en estos momentos. Mis huesos parecen querer deshacerse en pedazos cada vez que mi voluntad trata de hacer que se muevan.
La magia que me trajo de vuelta ha fortalecido el poder de mi voluntad, hasta el punto de que las heridas y fracturas en mi cuerpo están desapareciendo, recuperando poco a poco el aspecto original o, al menos, el que tenía antes de ser reducido a un montón de huesos metidos en un saco. Todavía me pregunto cómo pudo ocurrir y, lo más importante, por causa de quién..

Mis recuerdos en ese sentido se hallan trastornados. He perdido mucho poder. Ni siquiera mi fiel Yupkyap, mi diablillo familiar, acude a mis débiles invocaciones. Mi atadura sobre dicha criatura se ha roto y ya no podré recuperarlo. Me siento debil.

Débil y lleno de ira.

Regreso (Diario de Gnaamesh)

De repente, un millar de agujas de dolor torturan mi carne más allá de los puramente físico, minetras el frío helador amenaza con hacer estallar mis huesos en mil pedazos. El dolor es insoportable y grito con todas mis fuerzas. Es un aullido espantoso, más allá de la capacidad humana, cuyos ecos atraviesn diferentesplanos de existencia, atrayendo a las condenadas criaturas del abismo como si fuersen polillas que se dirigen a la luz hipnotizadas por su resplandor y su calidez. Hambrientas de almas...

El alarido hace estallar las fronteras entre espacio y tiempo, entre el aquí y el ahora, llenando el vacío con una mezcla de éteres extraños, saturados de olores, sabores y texturas ultraterrenos. Después, sobreviene el silencio absoluto, acompañado por una sensación de gravidez total.

Una voz rompe el silencio. Es una voz rasposa y astillada, que penetra en mis oídos como un cuchillo afilado. Dolorosamente afilado.

- Ya está aquí - dice la voz -
- Buen trabajo Aemos - responde otra voz, esta con un toque femenino - Dejémosle decansar hasta que se acomode a su nueva condición. Pronto deberá volver a servirnos
- Si, Señora, se hará como deseas-

Intento moverme, pero mis miembros pesan demasiado. Luego sobreviene la oscuridad.

Un trabajo urgente

La brisa nocturna traía del bosque una mezcla de olores llena de matices no muy agradables, mientras dos voces cavernosas conversaban el el interior del derruído mausoleo.

- ¡ Vamos ! ¡ Hay que darse prisa ! ¡ Este despojo deberá estar en pleno funcionamiento esta noche ! - comentó una de las figuras con voz autoriaria y desgarrada -
- ¿A qué viene tanta prisa ? - respondió su ayudante - A fin de cuentas, no se va a mover de su sitio...
- Ya, pero el Caballero Muerto que lo trajo fue muy explícito al respecto. Si este no regresa, nos partirá los huesos y esparcirá nuestro tuétano por el camposanto.
- ¡ A mi me gusta mi tuétano ! - exclamo aterrorizado el ayudante mientras retrocedía levemente -
- Pues entonces ya sabes lo que hay que hacer, craneo estúpido. ¡ A trabajar !

El Renegado miró el cuerpo destrozado que yacía dentro de aquel saco y reflexionó sobre lo que había ocurrido el día anterior. Un Caballero de la Muerte había aparecido en la Villa montando un fastuoso corcel. El aura de maligno poder que parecía emanar del desconocido marchitaba las ya de por sí decrépitas hierbas bajo los cascos de su montura. Mirando a través de la cimera de su ornamentado yelmo, permanecíó inmóvil ante la puerta del Concejo, hasta que el alcalde de la Villa salió a recibirle, momento en el cual dejó caer un saco al suelo, con un crujido de huesos rotos.

Tras mantener una breve conversación con el alcalde, el Caballero Muerto se marchó por donde había venido, dejando el saco en manos de la guardia de Rémol. Cuando abrieron el saco, encontraron los restos destrozados de un desconocido. Unos restos que había que reanimar a toda costa..

- No, no querría termina como él - continuó el Renegado para sí mismo, mientras depositaba los restos ordenadamente encima de la mesa -
- Pues ya sabes lo que debes hacer. El Caballero fue muy explicito en sus instrucciones. Este despojo deberá ser reconstituido y reanimado cuanto antes. Sea quien sea, debe ser alguien importante..o al menos, lo era antes de que lo machacasen a conciencia.

- ¿Y si no regresa ? -pregunto el ayudante con voz temblorosa - ¿Y si no quiere retornar a la vida ? Está muy destrozado y no creo que desee volver en este estado. Y en ese caso, ya sabes lo que nos ocurrirá.

- Sí.- dijo el primero, mientras recolocaba caba brazo en su posición - Por eso debemos trabajar a conciencia y sin perdida de tiempo. Por cierto...
- ¿Qué? - respondió el ayudante con un deje de miedo en su voz -

- ¡ Haz el favor  de centrarte en tu tarea ! Ese hueso es el occipital, y va en la nuca, no en la frente...

Algo importante para mí.

Nunca digas adios, di hasta pronto...

O nunca digas nunca más, que es casi lo mismo.

Ha pasado algo más de un mes desde mi despedida en este blog. Lo dejé por falta material de tiempo, en parte por mi nuevo horario laboral, en parte por otros proyectos. También influyeron en la decisión los comentarios desafortunados de algunas personas tanto dentro de World of Warcraft como fuera,  personas sin mucho respeto por la creatividad de los demás o por la disponibilidad de tiempo para ciertas actividades.

 He organizado muchas cosas en este lapso de tiempo y ha habido lugar para muchas esperanzas y proyectos interesantes, mas siempre ha habido un momento en el que se me ha ocurrido una historia, un detalle que me ha hecho coger la libreta y hacer lo que los escritores profesionales llaman "escritura de vaciado" para proseguir con las labores diarias.

Ahora creo que he llegado a echar de menos a toda esta cuadrilla de personajes...y a algunos más que irán surgiendo poco a poco de mi pluma si el tiempo lo permite. No me he podido quitar de la cabeza darle continuidad a sus andanzas, aventuras y desventuras, tal y como reza el título, disfrutar cada minuto que paso en su creación y participando de su desarrollo poco a poco, sin prisa, a fuego lento.

Por mi experiencia personal he acabado estando de acuerdo con aquellos que afirman que no se pueden poner puertas al campo, ni se puede evitar que los geranios florezcan por sí mismos. Algo así pasa cuando uno ha sido infectado por el virus de la literatura, aunque sea algo modesto como esta página, un proyecto sin mas pretensiones que pasar un rato entretenido o, como dijo Crowen más abajo, hacer de cada día un trocito de fantasía compartida.

Y ese comentario me llegó muy dentro. De algún modo, se fue filtrando hasta que algo hizo "clic" en mi cabeza. Creo que si mi labor creativa es capaz de arrancar una sonrisa o alegrar el día a alguien (Percontator, Magister..y algunos lectores anónimos que seguro que hay), entonces estaré haciendo de esto algo importante y bello, un pequeño obsequio lleno de gratuidad y gratitud, tanto para mí como para los demás. Y al final, eso es lo que importa en este caminito que todos compartimos.

Creo que si llegase el caso de que nadie más que yo leyese estas historias, aun así sería algo maravilloso y único, digno de ser realizado con dedicación y empeño, porque es una manifestación personal y única de lo que hago y me gusta hacer. Y esto también es importante, creo, para mí.

Por todo eso he vuelto a abrir este blog, condenado a la clausura definitiva en un momento de incertidumbre personal. No sé cómo me lo voy a montar esta vez ni si me quedará algún lector por ahí, pero si es así y me estás leyendo, estás de enhorabuena, porque El Cronista ha regresado y quiere quedarse.

Nos vemos por Azeroth

Algo importante para mí.

Nunca digas adios, di hasta pronto...

O nunca digas nunca más, que es casi lo mismo.

Ha pasado algo más de un mes desde mi despedida en este blog. Lo dejé por falta material de tiempo, en parte por mi nuevo horario laboral, en parte por otros proyectos. También influyeron en la decisión los comentarios desafortunados de algunas personas tanto dentro de World of Warcraft como fuera,  personas sin mucho respeto por la creatividad de los demás o por la disponibilidad de tiempo para ciertas actividades.

 He organizado muchas cosas en este lapso de tiempo y ha habido lugar para muchas esperanzas y proyectos interesantes, mas siempre ha habido un momento en el que se me ha ocurrido una historia, un detalle que me ha hecho coger la libreta y hacer lo que los escritores profesionales llaman "escritura de vaciado" para proseguir con las labores diarias.

Ahora creo que he llegado a echar de menos a toda esta cuadrilla de personajes...y a algunos más que irán surgiendo poco a poco de mi pluma si el tiempo lo permite. No me he podido quitar de la cabeza darle continuidad a sus andanzas, aventuras y desventuras, tal y como reza el título, disfrutar cada minuto que paso en su creación y participando de su desarrollo poco a poco, sin prisa, a fuego lento.

Por mi experiencia personal he acabado estando de acuerdo con aquellos que afirman que no se pueden poner puertas al campo, ni se puede evitar que los geranios florezcan por sí mismos. Algo así pasa cuando uno ha sido infectado por el virus de la literatura, aunque sea algo modesto como esta página, un proyecto sin mas pretensiones que pasar un rato entretenido o, como dijo Crowen más abajo, hacer de cada día un trocito de fantasía compartida.

Y ese comentario me llegó muy dentro. De algún modo, se fue filtrando hasta que algo hizo "clic" en mi cabeza. Creo que si mi labor creativa es capaz de arrancar una sonrisa o alegrar el día a alguien (Percontator, Magister..y algunos lectores anónimos que seguro que hay), entonces estaré haciendo de esto algo importante y bello, un pequeño obsequio lleno de gratuidad y gratitud, tanto para mí como para los demás. Y al final, eso es lo que importa en este caminito que todos compartimos.

Creo que si llegase el caso de que nadie más que yo leyese estas historias, aun así sería algo maravilloso y único, digno de ser realizado con dedicación y empeño, porque es una manifestación personal y única de lo que hago y me gusta hacer. Y esto también es importante, creo, para mí.

Por todo eso he vuelto a abrir este blog, condenado a la clausura definitiva en un momento de incertidumbre personal. No sé cómo me lo voy a montar esta vez ni si me quedará algún lector por ahí, pero si es así y me estás leyendo, estás de enhorabuena, porque El Cronista ha regresado y quiere quedarse.

Nos vemos por Azeroth