"El Cronista contempló brevemente las líneas sobre el papiro mientras la tinta se iba secando y llamó a uno de sus sirvientes para que colocara el nuevo volumen en la estantería con las otras obras. Después, se desperezó y se levantó de su asiento. Un criado esperaba atento y silencioso en la puerta, con el sombrero entre las manos y en posición de espera. El carruaje estaba preparado y el equipaje ya había sido embarcado. Tan sólo quedaba el ilustre viajero por subir al vehíclo y partir a otras tierras, quizá por un tiempo, quizá para siempre. Y tan sólo el destino y los dioses, fueran los que fuesen, decidirían al respecto como siempre.
El erudito miró por última vez la habitación que había sido su gabinete y luego cerró la puerta con cuidado para no perturbar el sueño de los aletargados relatos que dormitaban en los estantes superiores. Un rato más tarde, su carruaje recorría los vastos caminos del multiverso en dirección a su nuevo destino. Alguien, en uno de los múltiples planos de la existencia, necesitaba de nuevo de los servicios de un Cronista para relatar sus hazañas. Eso es lo malo de los héroes, que siempre se las apañan para ser agotadores, pensó mientras trataba de conciliar el sueño acunado por el traqueteo del vehículo."
Bueno, pues hasta aquí hemos llegado en nuestra andadura por las tierras de Azeroth. Los relatos de nuestros protagonistas han concluído, algunos con interrogante como debe ser, pues las historias realmente nunca concluyen del todo y no se sabe cuándo van a retomar de nuevo sus respectivas sendas. A su modo, tienen vida propia.
Ha llegado la hora de que los protagonistas de nuestros diarios tengan un poco de intimidad y resuelvan sus vidas de la mejor manera posible. Ellos seguirán en Azeroth, asistiendo a los cambios que se avecinan en el mundo y protagonizando sus propios destinos, mientras que nosotros debemos seguir los nuestros propios.
¿Es esto una despedida? Pues, técnicamente sí lo es, mas en la práctica no va a ser así, pues he retomado un viejo proyecto que ha permanecido aletargado durante largos años en espera de más ganas e ilusiones, el germen de la pasión por la escritura y el blogueo y la fuente de muchas satisfacciones. Hablo de Memorias de Tyria, el blog "original" del Cronista de Ascalon que comenzó su rodadura allá por el año 2007 y que ha vuelto con nuevas ideas para concluir algunas de sus historias y enlazarlas con otras nuevas.
Muchas gracias a todos por seguir Memorias de Azeroth. Con algunos de vosotros he llegado a tener una relación especial y me habéis hecho ver que el escritor de microrelatos en un blog no está solo en el vasto entramado de internet y que la comunidad virtual de escritores entusiastas y por afición es una realidad más que posible. Me gustaría poder seguir en contacto con vosotros, allá donde quiera que estéis, pero entiendo que los vientos de la vida os habrán llevado a otros lugares lejos de los terrenos de internet en la vorágine de la vida cotidiana, especialmente en estos tiempos tan turbulentos que estamos viviendo muy a nuestro pesar. Tan sólo espero que el azar o el destino crucen de nuevo nuestros caminos virtuales y que las plumas sigan siendo más poderosas que las espadas.
Y como el Cronista del relato, me voy a ir cerrando la puerta con cuidadito.
Nos vemos en Con Pluma y Píxel
El Cronista de Ascalon