El bonancible clima de esta región del mundo y la presencia de puertos francos provoca que se concentren en ella un gran número de maleantes y proscritos de toda clase. La piratería es endémica en estas aguas, mientras que las expediciones a las junglas del interior son algo frecuentes. Ya sea para buscar oro y minerales, estaño y cobre sobre todo, así como otros recursos naturales o incluso esclavos, el movimiento a través de la jungla es algo habitual y no falto de peligros.
Sin embargo, la recompensa es grande para aquellos capaces de encontrar un filón o hacerse con un buen cargamento de maderas preciosas. El oro fluye por los caminos de Tuercespina, impulsado por la ambición de los príncipes mercantes goblin y la codicia de los corsarios.
Para los eruditos como yo, la selva es una fuente inagotable de componentes mágicos y de conocimientos perdidos, un lugar lleno de posibilidades y misteriosas fuentes de antiguo poder...
No hay comentarios:
Publicar un comentario