Regreso a casa (Diario de Tholaya)

El rítmico oleaje de los Mares del Sur al lamer los postes del embarcadero es casi como un reloj para mí, pues falta muy poco para que deje estas costas, al menos, por un tiempo. Los gnomos echamos de menos nuestro hogar, todavía no en nuestro poder al cien por cien, claro, pero hogar a fin de cuentas. Es cierto que hay otros lugares sobre y debajo de Azeroth en los que comenzar de nuevo, pero nuestro sitio siempre estará en las montañas nevadas del Valle de Forjaz, lugar donde empezó toda nuestra civilización. Algún día retomaremos el control de nuestra ciudad y volveremos a escribir de nuevo nuestra historia, no como exiliados sin hogar, sino como la diminuta raza que supo ganarse un lugar entre las razas más fuertes de Azeroth, y no por su fuerza, sino por su ingeniosidad.

¡ Cómo anhelo estar pronto de vuelta.!

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