Proteger las tierras del Rey Barbabronce es una tarea ardua y pesada. No sólo se trata de los molestos Troggs que parecen haber surgido como las setas tras la lluvia en Loch Modan, sino que implica una constante vigilancia para mantener estas tierras en una relativa paz.
A veces, hay que recorrer grandes distancias, incluso en el mismo día. Hoy he estado en Dun Modr, portando un mensaje para las avanzada del puente y he retornado a Thelsamar en el mismo día. En principio, no hubiera sido un problema más que el tener que pegarse una buena cabalgada, pero hoy el destino quiso que se me torcieran las cosas un poco y fui sorprendido por un grupo de orcos en el paso de Dun Algaz...dos veces. Una a la ida y otra a la vuelta. Al parecer, estaban esperando a que algún viajero pasara por allí para caer sobre él con sus sucias manos cuando apareció un enano a todo galope por uno de los túneles. He de decir que entonces tenía prisa por entregar mi mensaje, así que no me detuve demasiado tiempo. Pero a la vuelta me pillaron y con ganas.
Por suerte, no estaban preparados para la pericia con el martillo de guerra de un enano como yo. Son cosas que pasan.
Wow! Otra nueva entrada igual de interesante. Sinceramente, blogs como el tuyo son los que muchas veces me inspiran para realizar nuevos relatos o tomar ideas para mis partidas de rol. Gracias por tus aportaciones :)
ResponderEliminarUn saludo!! ^^
¡ Pues muchas gracias!
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