Guardián de la Ciudadela (Diario de Morgrimm Báldrek)

Dar un sentido a la vida es todo lo que un Paladín puede desear. He vagado sin rumbo fijo demasiado tiempo, luchando contra las injusticias y defendiendo a los débiles de los peligros de este mundo, pero algo en mi corazón me reconcome en demasía, sin saber muy bien qué era, hasta que puse de nuevo los pies en mi querida ciudad de Forjaz, la impresionante fortaleza enana excavada en la roca por manos expertas y apuntalada con el mejor acero enano del mundo...

Y entonces lo tuve claro, como la luz del alba llega a rasgar la noche más oscuras al llegar su hora. Forjaz, la amada capital, es mi destino y mi lugar. He decidido servir al Rey Barbabronce en cuerpo y alma pues no hay mayor honor para un enano que defender la sede de su más selecta cultura.
 Por eso he hecho esta tarde el Juramento al Rey Bajo la Montaña, el pacto ancestral que ligará mi honor a la defensa de la ciudadela. Hasta aquí he llegado y aquí cierro mi diario.

Morgrimm Báldrek, en el vigésimosegundo día del séptimo mes.

1 comentario:

  1. Me he divertido mucho con el bueno de Morgrimm, pero no lo suficiente como para seguir escribiendo acerca de él, al menos, de momento. Es mejor dejar que las cosas sigan su curso y que el PJ se convierta en PNJ.

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