Partir de noche (Diario de Zareba)

Partimos de noche hacia los Baldíos. En las afueras de Theramore, debíamos encontrarnos con los enanos del Cónclave de piedra, que también se dirigían a combatir contra los enemigos de la Alianza en las mismas tierras de los orcos, en pleno frente de guerra. Las órdenes concretas tan sólo serían reveladas por nuestro teniente una vez se reuniera con nosotros en un punto conocido por el sargento Aznaíl.

Esa noche, los cascos de nuestros caballos resonaban ominosamente al cruzar el puente de la ciudad fortificada, en contraste con el silencio de la noche en los pantanos del Marjal, como anticipo de una misión sumida en el más profundo de los secretismos, dada la cercanía al territorio enemigo y a sus espías tras nuestras fronteras. Tan sólo el número de combatientes que se desplazaban aquella noche hacia tierras hostiles nos podía servir para hacernos una idea de la magnitud de la tarea que nos esperaba allí.

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