Camino de Nethergarde (Diario de Zareba)

Este lugar es espantoso. No hay ni una brizna de hierba en muchas leguas a la redonda y la tierra aparece torturada y reseca hasta donde alcanza la vista. El seco viento barre sin piedad la resquebrajada llanura, salpicada de los restos de antiguas batallas alrededor de la fortaleza de Nethergarde.

Según el teniente Dárcius, llegaremos mañana a sus muros con el alba. Eso, suponiendo que no haya caído en manos de los asaltantes orcos. De momento, vamos a acampar entre unas viejas ruinas, a la espera de que llegue el día y podamos avanzar hasta nuestro destino. No encenderemos fuego esta noche para no alertar a ningún posible merodeador.

Va a ser una noche muy larga.

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