Aprendiz de Paladín


(Carta devuelta al servicio postal de Forjaz por la muerte del mensajero a manos de los osos)

Mi querida niña Zareba:

Me informaron de que estuviste por Forjaz, preguntando acerca de tu pasado familiar. Se que no habrá sido fácil para tí tratar de hallar algo en claro, ya que los enanos somos muy poco dados a hablar del pasado, sobre todo cuando incluye algo tan tenebroso como el tuyo. Tú no tuviste la culpa de nada, de eso puedes estar segura. Todos aquí saben que tus padres adoptivos te cuidaron como a la hija que nunca tuvieron, al más puro estilo de los enanos. Por eso, no debes pensar en tu vida como algo deshonroso, sino como un destino afortunado.

Lamento no haber estado allí para decirte esto de palabra, pero es que me encuentro fuera de la ciudad, en un periodo de mi formación muy especial para mí. Ahora mismo estoy pasando las pruebas para ser paladín de la Luz. Tengo que aprender a apreciar la naturaleza de las cosas yo sólo, a encontrarme a solas conmigo mismo en el recogimiento que inspiran las heladas soledades de Dun Morogh. Mi instructor ha sido muy claro al respecto: debo aprender a defenderme por mí mismo para defender a los demás.

Espero que esta carta llegue pronto a su destino en la fecha prevista, aunque dudo mucho del gnomo al que se la he dado, ya que parecía un poco atolondrado. En cualquier caso, ahora no puedo hacer nada más.

Que tus barbas crezcan lozanas y largas ( es un decir),

Morgrimm Báldrek

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