En la otra parte del mundo (Diario de Morgrimm)

Mi querida niña Zareba:

Te escribo desde la ciudad de Sattrath, en el continente de Terrallende, al que he llegado a través de un portal. Si te preguntas que qué hago aquí, tan lejos de casa, te diré que me he alistado en una orden de caballeros hospitalarios. La Orden a la que he decidido servir se llama el Alba Carmesí. Todavía no los conozco mucho, pero parecen buena gente. Su líder es un draenei grandote y un poco pomposo, que parece imbuído de su  propia aureola celestial, mas no parece un mal tipo. El tiempo dirá si tengo razón o no respecto a él.

Es curioso. Siempre pensé que los draenei eran unas criaturas extrañas, demasiado ajenas de nuestras emociones como para entendernos bien y, sin embargo, los pocos con los que he tratado hasta ahora son gente amable de modales educados y bondadosas intenciones. Eso me gusta. Quizá haya más cosas que no unen que las que nos separan.

En cuanto a la ciudad, bueno, es de lo más extraña, recubierta de cristales brillantes y extraños artefactos luminosos. Los exteriores son peligrosos, al menos para un inexperto enano recién reclutado, y hay que andarse con mucho cuidado, aunque tiene un no se qué muy hermoso. Algún día deberías venir a ver todo esto.

Ahora he de despedirme. Hay un consejo y tengo que ser presentado a los mandamases de aquí.

Cuídate, mi pequeña.

Morgrimm

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