La última carga (Diario de Morgrimm)

El agua cae salvajemente y forma torrenteras en las escalinatas, arrastrando a hombres y bestias, que pugnan por escapara su cruel destino. Gritos, confusión, caos....

Maldigo la cortedad de mis piernas mientras corro por el empedrado como si no hubiera un mañana. Y quizá no lo haya. Los malnacidos de los Cultistas del Desastre han terminado por tener razón y el mundo entero parace irse al garete. ¡ Maldita sea!

Tropiezo y caigo de bruces en un charco en medio de la calle. Tengo que rodar hacia un lado para evitar que la enloquecida multitud que huye de la Plaza de la Catedral me arrolle a su paso. Jadeo y trato de recuperar el aliento, mientras los rezagados escapan aterrorizados del centro de la ciudad.

Algo cae cerca de mí , rebotando en el muro. Es un cuerpo humano, arrojado como un guiñapo contra el umbral de la casa en la que intento refugiarme. Y entonces lo veo, aterradoramente majestuoso en medio de la tempestad: una criatura del plano elemental de agua está aniquilando a toda criatura viviente en su camino desde el Barrio de los Magos. Su enorme mole se abre paso entre los guardias como el viento entre las hierbas, apartándolos, destrozándolos, mientras los bravos soldados tratan, inútilmente, de hacerle frente.

A la criatura pronto le siguen otras más, sembrando el pánico y la destrucción a su paso. Es el fin de la ciudad, el fin del mundo...

Pienso en Zareba, en mi pequeña Zareba, atrapada en cualquier parte, si no muerta ya. El pensamiento de haber estado tan cerca de la seguridad de la ciudad enana de Forjaz hace que me hierva la sangre y logro ponerme de pie apoyandome en el martillo de guerra. Tengo la rodilla hinchada por el golpe y el agua se derrama desde mis mojadas barbas sobre el suelo.

Debo encontrar a Zareba a toda costa, pero la criatura elemental ya se ha percatado de mi presencia y se dirige hacia donde me encuentro. Tras tomar aliento, cargo hacia adelante ignorando el dolor que amenaza con arrancarme la pierna. No tengo ninguna posibilidad de vencer a este enemigo.

Hoy ha sido un magnífico día..

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